jueves, 21 de julio de 2016

Hoy, cordando desde Lovaina

 Y resulta que nuestro bonito apartamento alquilado está sobre una preciosa floristería que es como muchas tiendas en centroeuropa: de sabor tradicional y esmero sin afectaciones. El dependiente, un señor de mediana edad, nos saludó esta mañana con púdicas preguntas corteses y una enorme sonrisa. Al salir o entrar en casa tenemos que atravesar su pequeña selva meticulosa. Ha abierto aunque es festivo aquí (la Fiesta Nacional de Bélgica). 
 Cuando bajemos veré si hay rosas blancas.

La foto no es del local, pero se le parece mucho. Ahora no tenemos tiempo. Prometo subir aquí una otro día.

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