De aquello que llamé dolor, aunque lo superaba con mucho, queda ahora algo extraño enquistado en el recuerdo -en una amplia zona del recuerdo-; algo hecho de luminosidad dolorida y corcho, como una cicatriz enorme y difusa que aún se resiente a todo roce, pero en la que empiezo a percibir, envuelta en el brillo dorado de los tiempos felices, la insensibilidad de lo que ya no se regenera.
3 comentarios:
Qué bonitas palabras! yo pensaba que los recuerdos de "acartonaban" con el tiempo pero me gusta mucho tu definición.
Gracias
Gracias
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