A estas alturas y tras un sinfín de mesasredondas en la televisión, viendo cómo está ahora mismo el asunto, a mí ya se me ha olvidado a qué dijeron "no" los griegos en su referendum.
Permítanme el salto, pero pasa igual con la vida: prevemos, elucubramos, elegimos y siempre se nos sorprende con aquello que nunca habíamos previsto (tengo comprobado que a Dios le gusta reírse un poco de nuestra soberbia intelectual). Yo creo que, al final, todos acabamos con caras de tontos y sin entender nada.
Lisbeth Zwerger
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