jueves, 30 de julio de 2015

Pura engañifa

   En realidad no sé muy bien qué pasa con mis días; se me vuelven de pronto enemigos,  inútiles al menos; se me caducan veloces a los primeros indicios de la tarde, marchitos ya como melocotones blandos... A esas horas suelo empezar a sentirme como Alicia cayendo por el agujero al que el conejo de la prisa la ha arrastrado sin tan siquiera darse ella cuenta; y me veo deslizándome, no hacia lo hondo, sino hacia la noche y el sueño a través de los minutos. Y, entonces, se agarra una al momento como ella lo hace a una taza de té -una taza creo recordar que era-... Pero la taza de ella y el momento mío se precipitan con nosotras en la misma carrera acelerada de las horas... Suele pasarme en verano. El curso impone su agenda infranqueable y una ya sabe qué le puede pedir al día. Lo malo son las enormes expectativas de tiempo libre que crean las vacaciones... Pura engañifa.


Anthony Browne

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