viernes, 3 de enero de 2014

Amontillado y Jazz para empezar el año.

    El local, un tabanco. Por las paredes, carteles de toros de los 70 y una mijita de mugre. Poco después de afinar, los muchachos del trío de Jazz se dispersan un momento a saludar a algunos de los asistentes con su cañita de cerveza en la mano. Nosotros charlamos con Alejandro, el contrabajo, antiguo alumno mío de su época de bachillerato. Tres metros más allá dos hombres baten palmas por no sé qué palo. Qué bien suenan. No cabe un alfiler. E. se ha encontrado con alumnos y conversa un minuto alegremente con ellos.
   Cuando van a empezar a tocar nos sentamos, con nuestra ración de carne mechá en papel de estraza, haciendo equilibrios en dos banquetitas desvencijadas. Apenas cabemos en el exiguo espacio que queda en la boca de lo que se finge escenario. Respiro hondo y el amontillado de la copa deja de parecerme áspero. 
Feliz 2014.

Chipola (Tomada del blog del autor)

2 comentarios:

Fernando dijo...

Qué buen inicio, Inmaculada.

Inmaculada Moreno dijo...

Pues sí, pues sí. No me puedo quejar ¡Espero de él muchas cosas buenas!