viernes, 22 de marzo de 2013

Connotación y sexismo

   Hace ya mucho tiempo (uff, tal vez demasiado), cuando yo estudiaba en la Facultad, se nos ponía como ejemplo de sexismo lingüístico la oposición clara que existía entre "hombre público" y "mujer pública". Ya ven qué cosas. A la luz de lo que estamos viendo no tiene visos de que sea la lengua la que esté cambiando y remodelando la sociedad, como parecían creer los que pretendieron arreglar la desigualdad con patadas a la Gramática. Me temo que es la realidad social la que va por delante haciendo que las connotaciones de las palabras varíen sustancialmente. Eso se me viene a la cabeza viendo la que está cayendo en España con ciertos responsables políticos y sindicalistas (y conste que me parece injusta, triste y hasta peligrossa la generalización del descrédito)... 
   Indudablemente - y eso sí que sí- pese a que las expresiones "hombre público" y "mujer pública" resulten ya bastante pasadas (demodé que se decía entonces), todos sabemos que entre putas y políticos sigue existiendo un abismo en el terreno de la reputación... Y hoy no tenemos la menor duda de a favor de quiénes se decanta.


Grosz

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