jueves, 5 de enero de 2012

Poesía y poema

El poema, el buen poema, el que está suscitado por una emoción verdadera y consigue provocar una emoción auténtica, aunque como poema sea intocable, como poesía (esto es, como emoción) no permanece, sólo vuelve a existir cada vez que es leído. El poema permanece inmutable, es una construcción; pero la poesía es humana y personal y cada vez tiene matices nuevos. Su verdad, algunas veces, brilla un instante como un relámpago y, como relámpago, nos ilumina; algo así como operaba la magdalena en el niño de Proust.







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